sábado, 21 de mayo de 2016

MI RETO.
No sé por donde coger el reto, ¿qué puede hacer un vigilante por innovar algo aunque sea lo más mínimo en su Centro?
Tras muchas vueltas y amargarme bastante recordé que hay una técnica, por supuesto estadounidense, que no recuerdo su nombre en inglés y menos su traducción en español pero que lo leí hace tiempo cuando realizaba un curso de formación de UGT. Es algo así como "Charla rutinaria matinal" y que era muy usada en una famosa serie en su tiempo llamada "Canción triste de Hill Street". Y que consiste en una pequeña charla al inicio de la jornada en la que el Capitán de la unidad conversaba con su equipo de policías, los animaba y alentaba y repartía los casos.
Primero voy a comentar qué es mi Centro y cómo funciona más o menos para que lo entendáis poniendo varios ejemplos que os pueden parecer un relato cómico pero que sucede muy a menudo:
Es un Centro de acogida de menores. Somos 57 trabajadores para 24 menores al día de la fecha.
Por supuesto trabajamos a turnos de mañana, tarde, noche y festivos pues los menores viven allí, es su hogar mientras la justicia decide que hacer con ellos.
Hay chicos y chicas en número variable, pues van entrando y saliendo según se van resolviendo sus casos.
Antes de la actual Ley del Menor, teníamos tres grupos: Bebés, medianos y mayores. Pero con la nueva Ley se estipuló que los bebés no estuvieran en los centros, que debían estar con familias de acogidas. Por consiguiente, ahora tenemos dos grupos: Casa 1 para los chicos de 10 a 17 años; y Casa 2 para las chicas y los chicos menor de 10 años, como os imaginaréis para evitar contactos íntimos.
Muchos de ellos son unos inocentes que han nacido en familias desestructuradas y que no dan problemas, pero algunos son menores muy agresivos y con una violencia a veces extremas (agresiones al personal o entre ellos, roturas de cristales y mobiliarios,...).
En mi centro hay protocolos para todo: de incendio, de ingreso del menor, de reducción de menores cuando se ponen agresivos, de recepción de llamadas telefónicas, de recepción de visitas de los familiares, etc. Pero tanto control y encorsetamiento muchas veces produce lo contrario, un caos y una descoordinación total.
 ¿Por qué? Precisamente porque falta diálogo y coordinación.
Ahora voy a poner una serie de ejemplos que son hasta cómicos, parecen películas de los hermanos Marx:
++ De los 24 menores ocho van a los institutos y el resto a los colegios. En el municipio donde está ubicado el Centro hay 6 colegios y 3 institutos, y nuestros menores acuden al día de la fecha a 4 colegios y 2 institutos diferentes, por la sencilla razón que no pueden estar juntos, primero para que ellos no formen grupos cerrados y se abran al resto de los escolares pero también para que no agredan a los demás a parte de las quejas de los padres y madres. Por eso la Delegación de Educación los tiene separados.
Tenemos dos furgonetas viejísimas de 20 y 15 años y un sólo conductor.
¿Qué sucede? Pues que los chicos del instituto empiezan a las 8 las clases y los otros a las 9. Con lo que hay compañeros que entran a las siete y media y otros a las 8. El problema es que hay que llevarlos a la misma hora a cuatro colegios diferentes y lejos unos de otros. Para colmo hay que tener en cuenta que los menores con cita médica o con visita de familiares no pueden ir al cole. La descoordinación a esa hora es para echarse a reir pues de vez en cuando nos llevamos al que no tiene que ir. Y luego hay que ir a recogerlo y traerlo de vuelta.
A menudo nos quedamos sin furgonetas porque una está en Sevilla y la otra a lo mejor la ha cogido un educador para comprar ropa sin comunicárselo a los demás, y en ese momento da la causalidad que la necesitamos urgentemente.
++ Segundo ejemplo. Las visitas familiares son tanto de mañana como de tarde y están recogidas en un planning mensual, pero hay tantos cambios de familiares que no pueden venir su día estipulado y lo cambian por otro que el planning está siempre lleno de tachones y correcciones. Todos los días vamos a los despachos de la Trabajadora social y de la Psicóloga para preguntar si las visitas de ese día se van a realizar o han sido modificadas o hay alguna entrevista especial.
Ha habido casos en que han coincidido por error o por caradura de los familiares a la misma hora el padre o familia paterna con la madre o familia materna que por cierto no se pueden ni ver. Ya os podéis imaginar lo que se forma en la recepción.
++ Y así ocurre en todos los departamentos: en cocina está planificado por el médico un menú mensual que a menudo hay que modificar porque al oficial se le ha olvidado hacer el pedido creyendo que ya había sido pedido por otro cocinero, o porque el proveedor no ha podido venir; el de mantenimiento está abarrotado de trabajo porque siempre hay algo roto y no da abasto y no sabe donde priorizar; el servicio de limpieza tiene como prioridad la limpieza de las zonas de los menores dejando el resto del centro sin limpiar, etc. etc. etc
Lo siento por alargarme tanto, es para poneros en antecedentes. Así podría seguir una eternidad.

Por consiguiente mi reto sería que los primeros minutos de la mañana y de la tarde la Dirección (léase Director y Subdirectora) y el equipo técnico (Trabajadora Social y Psicóloga) nos reuniera a todo el personal y nos dieran las pautas del día, nos motivaran pues hay mucho estrés (ha habido casos en que un grupo de menores han provocado hasta diez bajas laborales en el personal educativo, formado por 20 personas entre educadores y monitores, por agresiones físicas y por la tensión psicológica que provocan), nos dieran las estrategias a seguir para el buen funcionamiento del centro, las tareas del día, etc.
Con todo ello mejoraríamos la estrategia, la coordinación, la gestión, la operación y la innovación.

3 comentarios:

  1. Hola!
    Tratandose de menores, creo qu en vuestro Centro, la unificación de criterios es imprescindible, y solo se consigue con la comunicación constante entre todos los profesionales implicados, para que no queden resquicios, ni se produzcan excepciones.
    Animo

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    1. Gracias por el ánimo. Y tienes razón por eso mi reto es intentar unificar criterios a través de una conversación asamblearia (ahora que están de moda las asambleas)al inicio de cada turno.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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